Netanyahu acoge con cautela el cese del fuego en el suroeste de Siria

A medida que el alto el fuego entre en vigor a mediodía, el primer ministro dice que Israel "dará la bienvenida a un auténtico alto el fuego en Siria, pero este alto el fuego no debe permitir el establecimiento de una presencia militar por Irán y sus proxies en Siria en general y en el sur de Siria en particular.

El primer ministro Benjamin Netanyahu acogió con cautela un alto el fuego en el suroeste de Siria acordado por Estados Unidos y Rusia, que entró en vigor el mediodía del domingo.

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"Israel dará la bienvenida a un auténtico alto el fuego en Siria, pero este alto el fuego no debe permitir el establecimiento de una presencia militar por Irán y sus proxies en Siria en general y en el sur de Siria en particular", dijo Netanyahu al principio de la reunión semanal del gobierno.

Dijo que discutió el asunto la semana pasada con el secretario de Estado estadounidense, Tillerson, y el presidente ruso, Vladimir Putin."Ambos me dijeron que comprenden la posición de Israel y tomarán en cuenta nuestras demandas", agregó Netanyahu.

Primer Ministro Netanyahu 

"Por nuestra parte seguiremos monitoreando los acontecimientos más allá de nuestras fronteras, manteniendo firmemente nuestras líneas rojas: Prevenir el fortalecimiento de Hezbollah vía Siria, con énfasis en la adquisición de armas de precisión, evitar que Hezbollah -o las fuerzas iraníes- establezcan una presencia terrestre a lo largo de Nuestra frontera, e impedir el establecimiento de una presencia militar iraní en Siria en su conjunto ", dijo el primer ministro.

Hasta el momento, no ha habido ataques aéreos ni choques en la zona desde que el alto el fuego entró en vigor, según representantes de los rebeldes sirios y de la oposición. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un monitor británico, dijo que "la calma prevalecía" en la zona. Un funcionario rebelde en la ciudad de Deraa también dijo que no había habido peleas significativas.

Desde el comienzo de la guerra civil en Siria, se han repetido los estallidos de fuego de mortero y otras formas de munición de Siria en Israel, tan reciente como la semana pasada, con Israel entonces tomando represalias.

El alto el fuego, anunciado tras una reunión entre el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente ruso Vladimir Putin en Hamburgo la semana pasada, es la primera iniciativa de la administración Trump en colaboración con Rusia para aportar cierta estabilidad a la devastada Siria.

La cesación del fuego se basa en que el presidente sirio, Bashar Assad, permanezca en el poder por un lado, e impida nuevos avances de las fuerzas respaldadas por Irán, incluida la milicia libanesa de Hezbollah.

Según la Associated Press, tanto Jordania como Israel participaron detrás de cámaras en las conversaciones sobre el acuerdo.

Varios cese al fuego se han desmoronado desde el inicio del conflicto y no está claro cuánto se han comprometido los combatientes -las fuerzas del gobierno sirio y los principales rebeldes del suroeste- a este último esfuerzo.

Con el apoyo del poder aéreo ruso y de las milicias respaldadas por Irán, el gobierno del presidente sirio Bashar Assad ha puesto a los rebeldes en pie durante el último año. La amplia gama de rebeldes principalmente sunitas incluyen facciones yihadistas y otros grupos apoyados por Turquía, los Estados Unidos y las monarquías del Golfo.

Las conversaciones anteriores entre los Estados Unidos y Rusia sobre una "zona de escalamiento" en el suroeste de Siria cubrieron la provincia de Deraa en la frontera con Jordania y Quneitra, que limita con las Alturas del Golán de Israel.

Un alto funcionario del Departamento de Estado involucrado en las conversaciones dijo que se necesitarían más discusiones para decidir aspectos cruciales del acuerdo, incluyendo quién supervisará su aplicación.

El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijo que el acuerdo incluye "asegurar el acceso humanitario y establecer contactos entre la oposición en la región y un centro de monitoreo que se está estableciendo en la capital de Jordania".

El conflicto sirio de varios lados, que surgió de las protestas populares contra el gobierno de Assad en 2011, ha matado a cientos de miles de personas y ha creado la peor crisis de refugiados del mundo